Sin adiós



Una flor se marchitó
en el mismo instante
en que tu boca me negó,
una lágrima por mi mejilla
fue cayendo sin compasión,
ni tus manos quisieron darme
una caricia,
ni tus ojos me buscaron
ni los míos te encontraron,
ya nada nos une, dijiste
y te fuiste sin decir adiós.